En los primeros años de vida, específicamente del cero hasta los 6 años, formamos la base de nuestra personalidad y por lo tanto consiste en una etapa fundamental y que requiere cuidado y atención. Nacemos con un capital genético y biológico esencial para la vida, pero las interacciones con el medio ambiente, y en especial con los padres y cuidadores más cercanos, constituyen las bases de nuestro funcionamiento para el resto de la vida.
Con el desarrollo del bebé otras dudas pueden surgir: ¿cómo está su desarrollo motor? Cuando mi hij@ va gatear? Además, con la ampliación de la capacidad motora del niño, se impone a los padres la necesidad de marcar más los límites. En estas oportunidades, el niño estará lidiando con sus sentimientos de frustración, inicialmente desagradables, pero muchas veces útiles y de gran importancia para su desarrollo emocional. Nuestra especialista en en Desarrolo Infantil, Atención Precoz y en Psicomotricidad puede ayudar a clarificar las dudas y a proponer materiales, juguetes y actividades específicas para su hijo/a.
Trátase de un trabajo familiar (sesiones del bebé con uno o más acompañantes), en el cual ofrecemos la oportunidad de observar el bebé y su desarrollo psicomotor. Combinamos actividades de psicomotricidad vivencial con el uso de materiales de diferentes texturas, formas, tamaños y colores. En las sesiones buscamos dar al bebé un espacio donde pueda vivir el placer del movimiento por sí mismo, a través de actividades motrices espontáneas.
Facilitamos un entorno que despierte los sentidos del bebé evitando la sobre-estimulación (entendiendo su tiempo y ritmo, su comunicación no verbal). Es un espacio que ayuda a los padres a tener una actitud de escucha a las necesidades de su bebé y a tener lo que llamamos de Empatía Tónica: la disponibilidad corporal del adulto para responder a los movimientos del bebé de forma complementar y no antagónica.
